domingo, 29 de agosto de 2010

Instrucciones para una revolución inútil.

¿Como destruyes al Leviatan?

Percibes la verdad, si es que esta existe. Te das cuenta de que cada esfuerzo se ahoga en un oceano de moralina costumbre burguesa. Y es que todos son felices, y viven dichosos con su destino "casa, dama, chocolate".

Quisiera ver ladrillos saltar por los aires y reventar mis tímpanos tras el estruendo de las explosiones del terror anarquista. Lo sé, lo sabemos y ellos lo ignoran.

Deberíamos planear el vuelo de pájaros subversivos que estallen entre las nubes para brindar a las hastiadas y ebrias ciudades una sutil llovizna escarlata, que manche los blancos hábitos de la suciedad social e inunde toda promesa falsa con el instinto frenético de la sangre animal...

Plantar un árbol en cada tumba y cadáveres en las avenidas, para que la venda caiga y la ilusión se agote. Y al fin, el sub-hombre no olvide el sinsiniestro de nacer muriendo, sin querer queriendo. Y así despierte, desconcertado y confundido, libre de cadenas transmundanas y terrenas.

Pero siento tu risa irónica, y el dedo indice dando vueltas sobre tu sien mientras lees esto. Y lo acepto, tú eres solo polvo y en polvo te convertirás. Que importa el resto, el resto es simplemente humanidad...


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