domingo, 29 de agosto de 2010

Fue leve...

Un día caminará por la calle con la cara desdibujada y el alma vacía; o totalmente llena de nada, leve, sin el peso del pasado encima.
Un lunes en la tarde pasea bajo los árboles que sombrean la vereda, junto a las hojas caídas descubre pedazos de memorias que se han escapado de su cerebro.
Un viernes en la noche busca en su mente recuerdos que la adormezcan, no los encuentra, acomoda su almohada para descubrir que está más pesada.
Un jueves oscuro sale al patio de su casa, intenta encontrar dentro de su cabeza todas esas vivencias que en algún momento la reconfortaron. Mira hacia arriba, no puede asegurarlo, pero al parecer hay más estrellas en el cielo.
Un martes en la mañana, despierta de un sueño profundo, está sonriendo, por un instante ha olvidado quién es. En el baño, descubre de pronto que el basurero que ha vaciado la noche anterior está repleto.
Se le hace tarde, agarra con descuido sus cosas. Tiene prisa, corre...
Siente sus pies despegar del suelo, su cuerpo tan liviano, libre de presente y pasado, se eleva y vuela...sonríe.
Su cuerpo yace en el asfalto inmóvil, al lado de un auto. No escuchó el ruido del auto, olvidó cómo sonaba su motor...

Instrucciones para una revolución inútil.

¿Como destruyes al Leviatan?

Percibes la verdad, si es que esta existe. Te das cuenta de que cada esfuerzo se ahoga en un oceano de moralina costumbre burguesa. Y es que todos son felices, y viven dichosos con su destino "casa, dama, chocolate".

Quisiera ver ladrillos saltar por los aires y reventar mis tímpanos tras el estruendo de las explosiones del terror anarquista. Lo sé, lo sabemos y ellos lo ignoran.

Deberíamos planear el vuelo de pájaros subversivos que estallen entre las nubes para brindar a las hastiadas y ebrias ciudades una sutil llovizna escarlata, que manche los blancos hábitos de la suciedad social e inunde toda promesa falsa con el instinto frenético de la sangre animal...

Plantar un árbol en cada tumba y cadáveres en las avenidas, para que la venda caiga y la ilusión se agote. Y al fin, el sub-hombre no olvide el sinsiniestro de nacer muriendo, sin querer queriendo. Y así despierte, desconcertado y confundido, libre de cadenas transmundanas y terrenas.

Pero siento tu risa irónica, y el dedo indice dando vueltas sobre tu sien mientras lees esto. Y lo acepto, tú eres solo polvo y en polvo te convertirás. Que importa el resto, el resto es simplemente humanidad...


lunes, 23 de agosto de 2010

Caminas por estrechas calles aturdidas de gritos silenciosos, las estrechas calles te llevan hacia estrechas casas, y en ellas te encuentras personas estrechas con destinos repetidos. Caminas y es más temprano de lo habitual, despiertas solo para darte cuenta que nunca estuviste dormido, solo caminando, tan cansado de todo, tan cansado de ti mismo...pero no encuentras el estruendo de pólvora que te despertará. No encuentras más que vacío e inutilidad, y reís. Nada más por el momento. Ah sí, Nijinsky descubrió que en el aire hay columpios secretos y escalones que llevan a la alegría. Nijinsky, bah!

lunes, 16 de agosto de 2010

Normal.

Suenan las voces de todos los días, me despiertan gritando desde la caja tonta. Me visto, río, desayuno, veo tv, converso, trabajo, ceno, y el insomnio ataca a mi normal existir, las horas pasan inconcientes con el tedio de una luz blanca y cansada, las horas pasan y pasan hasta la madrugada, cuando en medio del mordaz silencio, escucho voces y risas de niños…como explosiones instantáneas y sucesivas, creadoras de Caos.

Perdido en un túnel lleno de restos de tiempo y cadáveres de recuerdos me voy rindiendo lentamente a la hija de Morfeo, dejo que mi tenue conciencia divague y flote, libre de cualquier prisión, deleitada de artificiales placeres y de enigmático desprecio. Las horas no pasan, corren insensibles y creo despertar… intoxicado, cansado, totalmente confundido a un día que tiene mucho de noche, que se embriaga con ciega costumbre mientras deja que rayos de sol, secos y repetidos, lo bañen con el pasar de las nubes. Despierto junto a tu cadáver, lógica razón, y saludo a la Locura…Bakunin, Bakunin!. Suenan las voces de todos los días, me despiertan…

“En la colina tercera de la esquina de los pájaros…”

sábado, 14 de agosto de 2010

A dos voces.

Sudo por el calor, corrí para encerrarme en el aburrimiento. Miro al frente: simios, miro atrás: simios, miro a un lado: simios. Vista al frente, que está actuando "La Mona". Bla bla bla, la la la, solo palabras inútiles chocan contra mi nuca, espero que sea lo suficientemente impermeable para evitar que tal basura penetre mi cerebro.

"Yoani Sánchez, activista política cubana, escribe libros, pide que depositen dinero en su cuenta para seguir haciéndolo. Leída por Barack Obama. Yoani escribe y lucha, los simios bostezan y cuchichean"

Mastico mi chicle violentamente, en silencio mental absoluto. Al tiempo imagino como se desbordan mis ideas, como se desbordó el agua de la lavadora de mi casa.

"4 de agosto 2010: Algunos tuvieron la suerte de presenciar un espectáculo singular, un leve tsunami solar, hizo al cielo bailar. A nosotros nos quedó un calor vulgar, sin viento y sin mar".

Juego con mis zapatillas, me sudan las yemas de los dedos. Escucho, sin escuchar, sólo lo que me conviene. Ella dibuja con su lápiz amarillo, él dibuja con su pluma negra, en la esquina. Ese otro hablar y me duelen los oídos. Siento la sed subiendo por mi garganta, para agarrarse de mi lengua.
Camiseta a rayas, medias de rombos, zapatos de cuadros, lentes sobre el cuaderno. ¡Ay, me duele el cerebro!

"Carlos Slim acabó de comprar una mina de oro. Un niño de la calle acaba de comprar un pan con los ahorros del día, que sabe a mina de oro"

El murmullo colectivo va en aumento. Palabras dispares.

"Un niño muerre por falta de alimentación, mientras el tamagochi engorda hasta salirse de la pantalla".

05:30 p.m., el circo entra en receso.

Charcos de Lluvia

Vio en el espejo su cara con rastros ojerosos en ella. Sus ojos entreabiertos apenas percibían el nacimiento del día. Su cabello estaba revuelto y su espíritu aún dormía. Todos callan y respiran a su alrededor, las cortinas están cerradas, los motores fríos, el sol sigue oculto. Sale a la calle con las primeras luces del día. Camina rápido entre los charcos que la lluvia nocturna ha dibujado en el asfalto. Mira al frente, hacia el cielo amarillento que empieza a vestirse. Escucha los autos que pasan, pero no los ve, los imagina (un Volkswagen verde, un Aveo negro, una camioneta roja a 90 km por hora). Sabe que los minutos le pisan los talones, sabe que es mejor olvidar ese intento de pesadilla nocturna...su corazón se le oprime en el pecho, la angustia la está ahorcando, una maldita paranoia escenificada y representada en sueños. No cierra los ojos le teme a la inconsciencia. Parpadea, parpadea, parpadea...se cierran.
Un grito ahogado escupe un eco en el interior de su cuerpo cansado, las cobijas se arremolinan al pie de la cama. Estira los pies, sin abrir los ojos aún. El sonido rugosamente electrónico ha marcado el inicio de su día: un martes que parece lunes, un lunes que parece miércoles...Por varios instantes olvida lo que ha soñado. Intenta sonreír, demasiado tarde, el modo "autómata" ha empezado a ocupar su cuerpo. Unos jeans, unos zapatos azules y un saco verde encima. "El autómata" está sediento, una fuerza dimensional le ha secado la garganta, la amargura sideral ha sido mojada ahora con jugo de mandarina. Nace el sol, como todos los días..¡bah! Nace lentamente y tiritando de frío, con lagañas en los ojos.
Cierra la puerta de metal y se desliza entre cemento-agua-asfalto-agua-cemento, mira de reojo y siente pasar autos cerca suyo. Esperaba que ese vacío en la boca del estómago se quedara dormido entre las sábanas revueltas, pero no...Uñas negras exprimen gota a gota su corazón. Mira pasar frente a sus ojos las imágenes veladas de ese sueño tormentosamente reciclado. Sumerge sus ojos en tristeza y parpadea, parpadea, par-pa-dea....

La carta del reverendo Kiyoshi Tanimoto, Pastor de la Iglesia Metodista.


Ayer, 15 de Agosto, fue el día más feliz de nuestra historia.
Nos dijeron que debíamos oír importantes noticias.
Fuimos, las ruinas, a la estación en ruinas donde se había colocado un altavoz.
Cementerio en marcha, momias conciudadanas cuyas vendas abría la necesidad animal de saber qué es lo que pasa, por qué se resucita.
Apoyándose en las hijas los que se quedaron sin ojos, en muletas los que no tuvieron hijas.
Entonces escuchamos.
Era el emperador, hablando.
Era la voz del emperador, él mismo, hablándonos a hombres tan comunes como nosotros, tan increíblemente comunes que nunca la habíamos escuchado.
Podíamos oírlo, voz en persona, por primera vez en cuatro dinastías.
Cuando nos dimos cuenta, estábamos llorando.
Creo que nunca volveremos a tener tanta alegría.
Hablaba de los que nos había sucedido y ya sabíamos pero gracias a tanta destrucción lo estábamos oyendo.
Oh maravillosa bendición haberlo merecido.
Estamos satisfechos de tan voraz sacrificio.

De Hiroshima Mon Amour, Jorge E. Adoum, 1968



Extraigo este poema de las páginas del viejo Jorque Enrique , idolatrado poeta de este nihilista oxidado por ocasos, y las extraigo por que a mi parecer representan una amenazante intuición que viene creciendo en mi distorsionado pensamiento. Veo al hombre cada día, en cada calle y hasta en un espejo. Lo veo y sé que es un animal conciente de sí mismo, y como tal, sujeto a caer - creer en vanas ilusiones y falsos títulos, todo finitos, que fuera de sí no representan nada, que dentro de ellos son absurdidad e ignorancia, de gigantesca pequeñez. Solo puedo reír con sardónica gracia cuando escucho a ud decir: su excelencia el emperador, su excelencia el presidente, mientras pienso en su excelencia el homo sapiens, sapiens desnudo, trigo de lobos, aspirante a cadáver, fanático de la nada ...Nunca he sentido tal nivel de devoción hacia una persona, y no sé si hubiera estado satisfecho con el voraz sacrificio, tal vez es digno de admiración aunque por ahora solo provoca en mi cierto espanto, esto, el saber de que basta con una nimia ilusión para seguir andando... y agradecido, solo puedo reír.

Vacío

Nunca encuentro palabras, una cierta vacuidad mental ataca cuando quiero escribirte, estoy hastiado. Uio llego a morir en cada uno de sus edificios y plazas, tu ausencia se llevo el sol y le quito la vida a esta delgada ciudad que sigue indiferente, como si nada, corriendo día tras noche, viviendo vehemente bajo nubes marchitas. Y esos, los simios que la habitan, corren y corren tras su irónica agonía, y todo me asquea bajo la luz del día, es decir, una extraña condición de animal nocturno se ha apoderado de mí. Solo soy un divagante feliz en la noche, cuando el confuso etanol de un vodka suicida me pierde entre calles laberínticas pintadas de irrealidad, y solo percibo realidad tras el recuerdo de tu perfume, aroma de ayer, y solo, estoy solo, ebrio de espectros . Al final, parece que la ciudad dejo de correr solo para mí, para este inconcluso animal que extraña, que te extraña…

sábado, 7 de agosto de 2010

"A mí los payasos me dan tristeza..."

Es una calle que ridículamente desborda de gente marginal, que se ahoga de histeria y música ilegal. Hay luces doradas y focos rojos. Está atestada de clochards delirantes y de simios que ríen. Y un intenso murmullo de feria me llega desde la sin razón, alucino desde la siniestra máscara que nos oculta, alucino con un desfile de payasos que hacen malabares con rojas cabezas de aristócratas asesinados, mientras gritan perdidos en un éxtasis... viva la Revolución!.

"Recuerdas la leyenda del pordiosero..."

¿A vos tu madre no te dijo que a los locos no se les hace caso?
Sí, y un fantasma me advirtió que a los cuerdos tampoco...

Antro - pó - fago..

Siento que poco a poco un niño hambriento se va comiendo mi cerebro, lo percibo atragantándose, y él, sin buenos modales lo come y sonríe, saciándose de mi lunática incoherencia; me pregunto si sabe bien, debe saber a inhumana inconsciencia...

Puedo abrirme el cráneo con un taladro y saludarlo con emoción, pero no lo hago, mientras tanto solo le digo con un leve susurro mental, similar a un soliloquio: buen provecho y buena indigestión, pequeño caníbal glotón.

Acá.

No quiero estar acá, la vieja patria me llama tras un tambor y una guitarra. La vieja Patria Perdida y nunca encontrada. Y estoy, estamos, todos los que soy, bailando abstraídos en un lugar donde no se baila, riendo en una fosa donde se llora y todos estamos embriagados, por un maldita sea y un frenético delirio de locos volamos como acordeón roto luego de una explosión, entre montañas nevadas, sobre cabezas rapadas y no vamos a aterrizar, jamás…

viernes, 6 de agosto de 2010

Madre Locura.

¡Madre Locura! Quiero ponerme tus caretas.
Quiero en tus cascabeles beber la incoherencia,
y al son de las sonajas y de las panderetas
frivolizar la vida con divina inconsciencia.

¡Madre Locura! Dame la sardónica gracia
de las peroraciones y las palabras rotas.
Tus hijos pertenecen a la alta aristocracia
de la risa que llora, danzando alegres jotas.

Sólo amargura traje del país de Citeres...
Sé que la vida es dura, y sé que los placeres
son libélulas vanas, son bostezos, son tedio...

Y por esto, Locura, yo anhelo tu remedio,
que disipa tristezas, borra melancolías,
y puebla los espíritus de olvido y alegrías...!

Arturo Borja.

Tren!...


miércoles, 4 de agosto de 2010

Instantes.




Visiones...

Acabaré con mi vida una tarde de verano
Perdido en un jardín, en lo vacío de los años
Sin miedo y con silencio interrumpido por un disparo
Mi existencia será la historia de un punto difuminado

La visión hilarante de los decapitados sonreirá gustosa x el crimen consumado y el llanto neurótico de una anciana solitaria será la bienvenida a este infierno de santos…

Habrá siniestra luz oscura y reflejos blancos bailando entre los gritos de un profeta falso...

Boletos de sangre te invitarán complacientes a la infinita mansión absurda donde espectrales mujeres de mirada perdida te provocan a una fuga de razón tras el frío beso del delirio lejano...

Y te saciarás de olvido, en infinita espiral, y serás solo un grito que se ahoga, sin ecos, en oscura soledad...

Agosto!...

Las fugaces palabras de esta mente poli – toxico- maniaca se esfuman como una neblina amarilla mostaza, y estoy solo bajo un cielo multiforme que se disfraza de naranja y celeste, blanco algodón. En esta soledad escucho tu voz llamándome desde allá…por qué la distancia no existe por qué en mi cabeza persistes…

La tarde revuelve hojas marchitas con remolinos de viento etéreo, mientras sentado en un amarillo banco de plaza Evaristo se deja llevar y mecer por el Oblivion de Piazzolla, gotas de lluvia le caen una por una, y estas no son simultáneas, por que El ha logrado detener el tiempo con una risa q clama eterna desde su cubierta de bronce oxidada y Evaristo es una estatua.

Soy yo, no lo soy, solo converso con aquel viejo estampa, rodeado de ausentes que caminan y no miran, converso divagante y veo fantasmas de etanol sandía…

Ja, bajo un cielo sin nubes, llueve..

Hoy hace una primavera inútil y tontamente hermosa, por fortuna es violenta, Gabriela, Quito sintigo es un vacío voraz, círculos de soledad…