En la oscuridad, ciego, voy caminando. Dejándome llevar por sonidos cansados de ser ignorados, voy esquivando sombras, reconociendo lo transmundano.
Y asisto, incrédulo, a una danza de tic - tac amarillos. Monótona y macabra danza, que profetiza muerte y garantiza cordura.
Tic-Tac, gotas que caen al vacío reventando, muriendo y resucitando... Splash, agudos y distantes, multiplicados por millones. Y un espejo negro tiembla en el asfalto, se ríe de mí...el desenchufado.
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