miércoles, 28 de julio de 2010

Neblina.

En el desierto de rocas y nieve el auto se deslizaba veloz a través de la neblina, siendo un punto. Tenían ganas de dejar esa neblina, de olvidar el olor a nada del desierto...pero todo parecía ser estático. La neblina quieta, el gran nevado inmóvil y la línea amarilla eterna. Neblina, nevado y línea amarilla. No existía la radio, la señal estaba atestada de estrambóticas risas sin fin, y ellos solo buscaban salir, olvidarse del desierto, de la nieve, de la neblina, de ese vacío infectado de risas...pero en la inmensidad todo era estático, hasta ese sol del mediodía era brillante sin movimiento y un pájaro se suspendía en pleno vuelo. No hay movimiento, todo es estático aburrimiento, hace horas que perdieron la convicción de... y la velocidad les resulta una cruel ironía en medio del vértigo de lo quieto. Nubes inmóviles, pájaros muertos, hace rato que su auto se estrelló en medio del desierto...

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