Crónicas de anti-ciudadanos que escriben en hojas que caen sin otoño y respiran veneno. Crónicas sobre tiempos vacíos, sobre cordeles que invisibles logran su propósito, impunes. Crónicas que queriendo explicar el todo caen en la despampanante nada. Nada que queriendo explicarse a si misma se convierte en un todo. Crónicas sobre ciudades que son bajo cielos estrellados, sobre ciudadanos felices y libres que le sonríen sonsamente a una camara. Crónicas que queriendo ser crónicas se deshacen en párrafos, en líneas, en palabras, en sílabas, en letras; en garabatos sin sentido que persiguen la risa como quien persigue la fama. La anti - risa que en su antonimia se convierte en verdadera, o falsa. Y así hasta llegar a un destino que al convertirse en meta lograda se transforma en pasaje, en fin último, en bloque, en intersección, en callejón sin salida, en laberinto urbano.
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