jueves, 5 de mayo de 2011

El fin último de todo hombre, que merezca ser llamado así, no es la consolidación de un estado, es su destrucción. El fin último es la conquista de la libertad y de la justicia, hija desconocida de Caos.

La única diversión que conoce el sabio es el baile, la danza frenética y ritual, sobre el mustio cadáver de la verdad, sobre la gran impostora, que no existe, ni existió jamás.

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