El chancho nace y muta a millares de productos, ergo, el chancho nunca muere, posee poco a poco a su asesino hambriento y en ciertas ocasiones la posesión porcina es total, de ahí la peyorativa exclamación de amor y paz: Muerete, Jodete o estás hecho un cerdo!
Los asesinos hambrientos nacen pero no mutan en beneficio de nadie, universos aislados, se convierten en caníbales sonrientes y viven como esclavos del inconciente, creando ideas que un chancho no atina a comprender mientras se dirige al matadero, así como tampoco puede ocultar en mutismo su indignación al ser llamado igual que el invasor bipedestado...
- Regresa, en que piensas?
- En nada...
- Apura comiendo el tocino, vamos tarde.
Y te invade un ansía canina de deleitar tu paladar con Soylent Verde, pero Make Room! Make Room!...¿What is the secret of soylent green?
Todos somos el soylent green de alguien más.
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