lunes, 31 de mayo de 2010

¿?

Desperté bajo la oscuridad plateada de la luna y caminé, como un autómata, por los pasillos diferentes de esta mansión en ruinas. Al ver los espectros de lo cotidiano hundiéndose en el abismo de oscuridad estalló en mi cabeza un verso: ella camina perdida en la noche y puede mirar la sombra del diablo...


Paralelamente, en un barrio céntrico de esta anacrónica ciudad, Fernando tenía una pesadilla. Se vio a si mismo en un castillo medioevo, prisionero de piedras, lograba ver a través de una gran ventana un valle árido bajo la sombra de un cielo de tela, y tras de sí el borde de una cuna sangrienta. Escuchó el llanto sin cuerpo de Sofía y la sonrisa maligna de un niño deforme con ojos tan negros llenando su rostro. Despertó aterrado en el departamento de Sofía y ella era el instrumento de los espíritus que hablaban por su boca...


Está asustado...
No corras, no hay salida...


Hoy Fernando vino a visitar a este exiliado para contarle su extraña historia. Sé que decía la verdad, nadie es capaz de fingir tal desconcierto. Escuché su relato, entre la fascinación y la incredulidad, escuche creyendo que Sofía, la forastera invitada a la realidad, había enloquecido--
Y de repente recordé mi caminata en la oscuridad plateada de esta casa y el estallido relampagueante de la sombra del demonio...hoy camino y no puedo evitar el delirio...

Sonríe en paz discípulo del Cristo, sonríe y olvida que de cuando en vez...


Pasajeros invisibles piden aventón en este mundo
Desterrados sin cuerpo en el invisible éter de la noche
Se atreven a crear pesadillas en la cabeza de Sofía
Y ella no está loca, solo poseída...
Su departamento desborda de oscuridad mística
Con almas penitentes que no encuentran la salida.

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