Un día como todos, con un sol que te carboniza y agota. Coches conducidos por despiertos que siguen dormidos y que sueñan en sus prisiones plagadas de cotidiano normal...costumbre que se agarra de las hormigas para no caer en la nada, libertad que te aprisiona...el hoy, monótono teatro...presente, infierno eterno... los otros, autómatas ciegos.
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