jueves, 31 de marzo de 2016

Progreso y humanidad

Hablo de individuos, meros prisioneros, en el más grande sueño de Marx. Sueño o pesadilla, lo mismo da. El aleman es un profeta de una religión de progreso; progreso que como cronos no duda en comerse a sus hijos. Religión hecha de fosos, de amplios fosos, para y donde esconder a los muertos. A esos cuerpos sin alma, habitantes del más bárbaro progreso. Seguiré repitiendo la palabra progreso hasta que se entienda de que enfermedad adolece nuesto tiempo. Progreso. Progreso. Progreso. Un grito velado recorre las metrópolis del hombre. Busca escapar. Hundirse en la sensatez hasta encontrar la insania.

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