domingo, 24 de julio de 2011

Hoy vimos con Gabriela el cielo azul policromático, a sus cuatro tonos agonizando tras la mecánica huida de un sol primaveral mientras un sauce inmóvil contrastaba su tristeza con la apatía milenaria de un cosmos que no termina nunca de girar. Discutimos, con Gabriela, sobre la luz...el espectro visible y el vacío; Fue un instante sutil, fuera del tiempo, que se anulo cuando un pesar acuoso fue acumulandose en mi pecho, como si la desesperación desbordara violentamente en rios de lagrimas invisibles. Memento mori...retumbó como un grito sordo por todo mi cuerpo, memento mori. Y me perdí en el color profundo de sus ojos, de los tristes ojos de Gabriela.

miércoles, 6 de julio de 2011

Haiku del mediodía.

Me reflejo en
mi reflejo y en el
grisáceo cielo.