Silvia se mira en un espejo...
La luz de un lejano faro se burla de sus pupilas.
Y sus cabellos bailan alegres brisas,
La cruel ironía de ser el eco de un reflejo
Su cuerpo cae,
Se contorsiona...
Silvia, inocencia de mirada distorsionada.
Como el vaporoso brazo que sostiene una guitarra,
es pura cuerda y psicodelia,
flotando azul sobre el agua oscura de la nada.